En una de mis últimas sesiones de reflexión personal, alguien me hizo notar un detalle revelador sobre cómo presento mi trabajo en mi sitio web. Me dijeron que mi enfoque era "tímido". Aunque al principio me costó verlo, esa observación encendió una serie de reflexiones sobre cómo muchas empresas, al igual que la mía, minimizan su propia presencia, dejando pasar oportunidades valiosas para conectar y diferenciarse.
Me di cuenta de que este fenómeno no es algo exclusivo mío. Es un patrón que he observado en numerosas organizaciones: fundadores que se enfocan en destacar la calidad de sus productos o servicios, pero que olvidan o no se atreven a comunicar quiénes son realmente y qué los hace únicos.
El dilema de "hacer bien las cosas"
En Chile existe un dicho que dice: "Con su deber cumple no más". Es una frase que refleja una filosofía de trabajo basada en el esfuerzo silencioso y en una idea de que, si hacemos las cosas bien, eso debería ser suficiente. Aunque esta actitud puede ser noble, a menudo se traduce en una falta de comunicación sobre el valor real que aportamos.
Este bajo perfil puede tener raíces culturales: evitar la ostentación, no parecer arrogantes, creer que "los resultados hablan por sí mismos". Pero, ¿qué ocurre cuando esos resultados no se comunican? Las empresas tímidas corren el riesgo de diluirse en un mercado saturado, donde la percepción y la conexión emocional son tan importantes como la calidad del trabajo.
Cuando la timidez empresarial se convierte en un obstáculo
Las empresas tímidas no solo pierden visibilidad, sino también oportunidades cruciales de diferenciación. He visto cómo esta mentalidad lleva a:
Falta de diferenciación: Las empresas terminan pareciendo “una más” en un mercado competitivo, incapaces de destacar lo que las hace especiales.
Comparaciones innecesarias: En lugar de construir su propia identidad, muchas organizaciones caen en el error de medir su éxito según los estándares de sus competidores.
Desconexión emocional: Los clientes no solo compran productos o servicios; buscan marcas con Propósito, con valores claros y con historias que los inspiren.
Invisibilidad ante el talento: Los mejores colaboradores quieren trabajar para empresas que les transmitan una visión y un impacto significativo.
Hacer las cosas bien es una base esencial, pero en un mundo saturado de opciones, es un commodity. Lo que realmente diferencia a una empresa es su Propósito: su razón de ser más allá de los números.
El Propósito: Ejemplos que inspiran diferenciación
Incluso en sectores saturados, las empresas con un Propósito claro se destacan. Aquí algunos ejemplos:
Patagonia (indumentaria outdoor):Propósito: "Estamos en este negocio para salvar nuestro planeta."
Diferenciación: Patagonia no solo produce ropa; lidera iniciativas medioambientales, dona parte de sus ganancias a causas sostenibles y promueve la reparación de productos en lugar de la compra de nuevos.
The North Face (indumentaria outdoor):Propósito: "Inspira a explorar y preservar el mundo natural."
Diferenciación: Aunque compite directamente con Patagonia, The North Face se enfoca en inspirar la exploración mediante experiencias como eventos de aventura y colaboraciones con atletas destacados.
IKEA (muebles y decoración):Propósito: "Crear una mejor vida cotidiana para la mayoría de las personas."
Diferenciación: IKEA se enfoca en ofrecer muebles funcionales, sostenibles y asequibles para un público masivo. Además, destaca por su compromiso con la sostenibilidad, desde el uso de materiales reciclados hasta iniciativas de economía circular como la recompra de muebles usados.
West Elm (muebles y decoración):Propósito: "Ayudar a las personas a expresar su estilo único mientras apoyamos comunidades artesanales y prácticas responsables."
Diferenciación: West Elm pone énfasis en el diseño sofisticado y contemporáneo, priorizando colaboraciones con artesanos locales y globales, así como prácticas éticas en su cadena de suministro.
TOMS (calzado):Propósito: "Mejorar vidas a través de cada compra."
Diferenciación: TOMS popularizó el modelo "One for One", en el que cada par de zapatos comprado equivale a un par donado a alguien en necesidad. Más recientemente, ha expandido su impacto social, invirtiendo un tercio de sus ganancias en proyectos de salud mental y acceso a agua potable.
Allbirds (calzado):Propósito: "Hacer zapatos mejores para ti y para el planeta."
Diferenciación: Allbirds se centra en la sostenibilidad ambiental, usando materiales como lana merino y caña de azúcar en sus productos. También priorizan la transparencia en su huella de carbono, buscando ser líderes en la reducción de emisiones en la industria del calzado.
Las empresas comparadas se encuentran en los mismos sectores, pero sus Propósitos las dirige hacia caminos distintos que conectan con públicos únicos.
Paradigmas sobre el marketing y la publicidad
Muchas empresas, sobre todo aquellas que trabajan en nichos altamente especializados o en industrias muy técnicas, tienden a subestimar el valor del marketing. Existe un paradigma común que asocia al marketing y la publicidad con algo superficial, reservado solo para grandes marcas o productos de consumo masivo.
Algunos de los pensamientos recurrentes que surgen incluyen:
"El marketing no tiene nada que aportar en nuestro sector."
"La publicidad es un gasto innecesario; mejor invertir en la mejora técnica de nuestros productos."
"Hay demasiado ruido en redes sociales; ¿qué podríamos decir nosotros que realmente importe?"
Estas ideas, aunque comprensibles, limitan enormemente el alcance y el impacto de una empresa. En un mundo donde la saturación de contenido es real, lo que marca la diferencia no es solo el mensaje, sino el Propósito detrás del mensaje.
Cuando el Propósito guía la comunicación, no se trata de competir en cantidad de publicaciones ni de gastar en campañas deslumbrantes, sino de conectar con autenticidad. Así, el marketing y la publicidad dejan de ser "gastos" y se transforman en herramientas para contar historias que inspiren, atraigan a clientes ideales y fortalezcan la confianza en la marca.
Cómo superar la timidez empresarial
Si reconoces que tu empresa podría ser tímida, aquí hay algunos pasos que pueden ayudarte a proyectar tu verdadero valor:
Reconoce tus fortalezas: Reflexiona sobre lo que hace a tu empresa única. Pregúntate: ¿Qué aportamos que nadie más puede ofrecer?
Cuenta tu historia: Las personas conectan con historias. Habla sobre los valores, los retos y los logros que han definido tu camino.
Construye una visión auténtica: Más allá de los resultados financieros, ¿qué legado quieres dejar como empresa?
Muestra tus valores: La excelencia puede ser un commodity, pero los valores aplicados en acción son los que realmente diferencian.
Conclusión: Romper el silencio
El mundo no necesita más empresas tímidas. Necesita organizaciones con una voz clara, con el coraje de expresar su Propósito y de mostrar lo que las hace únicas. No se trata de gritar más fuerte que los demás, sino de ser auténtico, de hablar con convicción y de construir conexiones reales.
Reflexión adicional: El impacto interno del Propósito
El Propósito no solo transforma la manera en que los clientes perciben tu negocio; también impacta profundamente en la cultura interna de tu empresa. Una organización que tiene claridad sobre su razón de ser inspira a sus colaboradores, creando un sentido de pertenencia y orgullo.
Cuando tus personas entienden el "por qué" detrás de su trabajo, están más comprometidos y motivados. Esto no solo mejora la productividad, sino que también construye un equipo más resiliente y alineado con los valores de la empresa.
Por otro lado, el Propósito actúa como un filtro natural para atraer al talento adecuado: personas que compartan tus valores y que quieran formar parte de algo significativo. En este sentido, el Propósito no solo diferencia a la empresa hacia afuera, sino que también fortalece su núcleo interno, convirtiéndola en una fuerza sólida y auténtica.