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Mauricio Castro Figueroa

Teletrabajo más productivo con OKR

La pandemia de Coronavirus tiene en vilo al mundo entero. A la fecha de este artículo hay casi 1 millón 600 mil casos confirmados y casi 100.000 personas fallecidas. Las cifras son preocupantes.


Pero no sólo en materia de salud el costo es muy alto. El impacto también se refleja en la economía a nivel global, se evidencia en los mercados, afectando tanto a grandes corporaciones como a las PYMES, hasta llegar a los emprendedores y, más cercano aún, a la economía familiar.


A medida que transcurre el tiempo, sumado al “parate” propio del aislamiento social o “cuarentena” -que varios gobiernos han adoptado como medida para frenar el crecimiento de la pandemia- los números son cada vez más críticos.


En este contexto, las empresas, comerciantes y emprendedores -entre otros- se enfrentan, por ejemplo, al desafío de pagar los sueldos pese a tener poco o nulo movimiento de ventas y a un bajo índice de cobranzas o a la ruptura en la cadena de pagos.


Y por si fuera poco, deben procurar que su personal trabaje productivamente en un contexto de riesgo e incertidumbre en el que, en muchos los casos, no pueden ejercer un control presencial.

En las conversaciones de negocios, hemos empezado a escuchar que tanto el Estallido Social en Chile como la Pandemia han resultado ser aceleradores de la transformación digital.


Como medidas de continuidad y sobrevivencia, tanto organizaciones como empresas que no contaban con avances significativos en iniciativas de teletrabajo y comercio electrónico, han tenido que poner foco en estos temas con la mayor velocidad.



Acerca del teletrabajo, podemos decir que implica una importante adaptación en cuanto a los estilos de liderazgo, formas de comunicación, sistemas de información y hardware, fijación y cumplimiento de objetivos, coordinación de tareas y la evaluación de resultados, entre muchos otros aspectos.

¿Cómo asegurar la productividad del teletrabajo?


El teletrabajo es una modalidad laboral flexible en la que los empleados puedan realizar sus tareas a distancia valiéndose de la tecnología para ello. Muchas empresas evitaron esta práctica por años. Otras, en cambio, sólo necesitan ver la forma de expandirlo a un mayor número de empleados y que funcione. Sea una u otra situación, lo cierto es que todas necesitan asegurar la productividad del teletrabajo y encontrar la forma de lograrlo (lea más: 5 diferencias entre "Teletrabajo" y "Digital Workplace").


En este escenario, la metodología OKR brinda una oportuna solución en los siguientes ámbitos (lea más: OKRs por dentro: secretos de empresas que se animaron a cambiar):


  1. Eficiente asignación de objetivos y KPI a equipos de trabajo.

  2. Vinculación y compromiso de equipos por un modelo participativo.

  3. Liderazgo que cambia desde el control a la facilitación del logro de metas.

  4. Método de alta visibilidad para la coordinación, el cumplimiento y accountability.

Veamos cada uno de estos puntos:


1. Permiten asignar de manera eficiente objetivos e indicadores para los equipos de trabajo.


De esta forma, los empleados saben perfectamente qué deben hacer, a qué objetivos deben apuntar y qué resultados se espera que logren respecto de los mismos. En este escenario, donde las reglas están claras, la supervisión del trabajo es más factible.


2. Vinculan a los equipos de trabajo a partir de la construcción de objetivos de forma participativa.


Si bien la estrategia “baja” desde el nivel superior, el equipo propone, se involucra y se compromete con los objetivos. Esto favorece la motivación y la formación de un vínculo que se estimula mediante la constante comunicación y, en el caso del teletrabajo, se canaliza a través del uso de dispositivos tecnológicos, plataformas interactivas, chats y reuniones virtuales.


Es que cada teletrabajador es un individuo pero además conforma un equipo de trabajo cuya dinámica se vigoriza al existir compromiso y participación activa, un buen seguimiento y feedback sobre su labor; lo cual redunda en eficiencia y productividad.


3. Movilizan a los líderes a pasar de una posición de control a un rol de facilitadores del logro de metas de los equipos de trabajo.


Cuando se cuenta con los sistemas de información OKR, los líderes acceden a los datos clave que les permiten saber en qué estado está un proyecto, dónde están las dificultades, qué objetivos han sido planificados, qué recursos humanos y tecnológicos existen y cuáles faltan, ver cómo fluye la comunicación y si existen trabas, etc.


Es así que la clave, como líder, pasa a ser la de allanar el camino más que limitarse a controlar resultados y ejercer presión, se trata de facilitar el logro de los objetivos.


En un contexto de incertidumbre tanto para empleados como para empleadores, reducirla a su mínima expresión es lo más conveniente para evitar ruido o interferencias innecesarias que se traducen en improductividad.

4. Aportan sistemas de información transparentes lo cual es determinante para que el teletrabajo sea productivo.


Como el tablero de OKR es visible para toda la organización, es posible apuntalar donde sea necesario, colaborar desde donde se cuente con más recursos, participar aún cuando no sea de forma presencial y favorecer la coordinación como así también la responsabilidad, cumplimiento, y rendición de cuentas o accountability.


Lograr dicha transparencia exige coherencia, implica que los objetivos estén alineados con la estrategia de la organización y sólo así el mensaje se transmitirá de forma consistente.


Claves de un teletrabajo productivo


En suma, para asegurar la productividad del teletrabajo se deben conjugar varios elementos:




  • También que la empresa cuente con sistemas de información integrados, a los que se pueda acceder como usuario bajo entornos seguros y que provean información clave de forma oportuna, tanto a los líderes como a los equipos de trabajo conformados por teletrabajadores.

  • Entregar información centralizada a colaboradores acerca de buenas prácticas de teletrabajo, generar sentido de integración a la organización y apoyo a líderes en el seguimiento uno a uno de los estados de ánimo en los distintos equipos.

  • Por ello, los líderes deben tener un rol activo que favorezca la participación, motivación e involucramiento de sus dependientes a fin de “acortar las distancias" y aportar “calidez” frente a la frialdad del entorno virtual.


Y por sobre todo no pueden faltar reglas claras, objetivos y resultados definidos conforme a una planificación apoyados por los OKR, que lo haga viable y favorezca la transparencia, dinámica, seguimiento, participación y compromiso en épocas donde el elemento presencial es justamente el que estará ausente.

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